Anoche el pirata borrachín pidió ayuda a nuestros niños y niñas para poder encontrar las partes del barco que Peter Pan había escondido.
Después de mucho pelearse los dos, los niños/as terminaron calmándolos, asegurándoles a ambos que con su ayuda todo se arreglaría.
A Peter Pan le encantó la idea de que nos convirtiésemos en niños perdidos de Nunca Jamás, y el pirata se tranquilizó cuando comprendió que no iba a tener que enfrentarse al Capitán Garfio.
Gracias a la ruleta de Peter Pan pudimos encontrar las cosas que le faltaban al Pirata, y para ganarnos la confianza del borrachín tuvimos que pasar la prueba de las estrellas.
Fue divertidísimo, disfrutar del Remolino de noche es todo un lujo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario