domingo, 28 de julio de 2013

Nuestra yegua Candela

     Esta semana los chicos y chicas que llegaron nuevos a casa el día 23, han estado por las tardes montando a caballo. Concretamente han estado con nuestra yegua Candela.

Es una yegua súper mansa, el año pasado no pudo estar con los niños y niñas todo lo que nos hubiese gustado porque estaba preñada y tuvo un potrillo precioso al que llamamos Bola, pero este año podemos volver a disfrutar de pasar algún rato con ella.

Manuel o Fernando, los chicos de mantenimiento, nos explican todo lo que necesitamos saber antes de montar, como la importancia de usar el casco, la postura que debemos tener, cómo nos comunicamos con el animal y qué tipo de montura es la que utilizamos.


Así que cuando montamos a caballos no solo damos vueltas por el picadero sino que aprendemos montones de cosas sobre estos animales tan especiales que son los caballos.

Receta: Bálsamo labial

     Como algunos/as nos habéis pedido que os pasemos alguna de las recetitas que vuestros niños y niñas preparan aquí en la granja en alguno de los talleres, aquí os dejamos la receta del protector labial, esperamos que os salga tan bien como a vuestros niños/as y os podamos acercar un trocito de Remolino a casa.

Ingredientes: (todas las medidas tendrán como base un vaso)
- aceite de oliva (1/4)
- cera de abejas (2/4)
- miel (1/4)
- agua de rosas (1/4)
- esencias naturales (10 gotas)
- pigmento natural (la punta de una cucharilla)

Preparación:
A fuego lento fundir la cera de abejas con el aceite, cuando esté fundido añadir el resto de ingrediente y mezclar.
Cuando se forme una mezcla uniforme, dejar reposar hasta que cuaje.

Este bálsamo le dará a vuestros labios una hidratación estupenda y les proporcionará la protección que necesitan, ya sabéis que los labios es una parte vulnerable de nuestro rostro y necesita un poquito más de cuidados, así que con este protector estaréis preparados para cuidar vuestros labios del calor que nos queda por pasar o del frío que llegará pronto.

¡¡¡Un saludo remolinero!!!

La Oca a lo grande

     La otra noche nos volvió a visitar Margarita, la niña que el primer día de quincena apareció con su abuela diciendo que no le gustaban los cuentos y al final se fue de aquí contenta de saber que los cuentos escondían más mensajes de lo que parecía a simple vista.


Llegó al tótem llorando porque su mamá la había castigado por ser un poco impertinente.
Después de hablar con los niños y niñas del Remolino se dio cuenta de que debía pedirle perdón a su madre cuando volviera a casa, y para recompensar haberla ayudado, ella les enseñó un juego que ella misma había hecho, la Oca a lo grande.


Constaba de un tablero grande, un dado gigante, y nos teníamos que dividir en equipos, y claro para hacerlo más divertido aún, casilla en la que cayeras, prueba que debías pasar.


Nos lo pasamos estupendamente, y aprendimos que incluso los juegos más antiguos pueden convertirse en algo súper divertido.