miércoles, 28 de agosto de 2013

Un buen despertar

     No hay nada mejor que despertarse cantando.

La música anima a cualquiera y levanta el ánimo para hacer cualquier actividad. Así que no es de extrañar que en esta casa todas las mañanas nos despertemos con música y después del desayuno, antes de irnos a los talleres de Granja y Campo, muchos días, cantemos entre todos y todas alguna que otra cancioncilla que nos alegre la mañana.


Hoy ha sido una de esas mañanas en las que no aguantamos esas ganas de cantar y lo pasamos estupendamente bajo el tótem.

La hora de piscina

      Como esta semana es un poco especial, por el tema de las clases musicales, el horario cambia un poquito.
Como tenemos clases después de comer, la piscina tiene otro horario, ahora es de 12:30 a 13:30.
Y cada día esa hora se convierte en pura diversión.

Nos encanta jugar en el agua con los compañeros y compañeras o simplemente pasar el rato a la sombrita en el césped fresquito.

Hagamos lo que hagamos el rato de piscina siempre es muy divertido.

El Alcornoque de los deseos

     Cerca de nuestro cortijo, tenemos un lugar lleno de magia. Es nuestro Alcornoque de los Deseos.
Cuanta la leyenda que una niña pequeña que acompañaba a su hermano cada día a dar un paseo a sus ovejas se perdió una fría tarde.
Y la pobre niña dio vueltas y más vueltas intentando encontrar el camino de vuelta a casa, pero le fue imposible.

La chica ya asustada del tiempo que había pasado se acurrucó a la sombra de un gran alcornoque y allí abrazada a su tronco lloró pidiendo por favor poder volver a casa con su hermano.

Con el peso del cansancio se quedó dormidita abrazada al Alcornoque, soñando que alguien la encontraba.
Y no le dio tiempo a soñar más, cuando la despertó un sonido familiar, los cencerros de sus ovejas resonaban en el monte, su hermano había encontrado el camino que la llevaba hasta ella.
Desde ese día prometió que a todo viajero que por la localidad pasara le contaría las maravillas del árbol que concedía deseos, y desde ese día, es tradición en el Remolino subir con todos los chicos y chicas al Alcornoque para que cada cual pueda pedir su más ferviente deseo.